¿De dónde viene el problema de la cláusula suelo?
Autor: Equipo ArriagaLa mayoría de hipotecas, en su cláusula de tipo de interés nominal (efectivo o TAE), están referenciadas a un índice más un diferencial, que para cada periodo pactado (trimestral, semestral o anual) se aplica para el cálculo de la cuota a devolver (amortizar) y la correspondiente cuota de intereses. La suma de ambos es lo que pagamos en cada recibo mensual.
Normalmente, estos índices son el Euribor (es el tipo que se prestan “entre los propios bancos”‘ de la zona euro, más bajo que el resto, está en 0,05), Libor (precio ídem en Londres) e IRPH (índice de referencia préstamos hipotecarios de Cajas o Bancos), afortunadamente desaparecido en noviembre del 2013, ya que inducía también a tipos abusivos.
Dentro de esta cláusula de tipos de interés, podemos acordar que dicho tipo sea fijo o variable. Si optamos por un tipo fijo, nuestra cuota mensual permanecerá invariable a lo largo de la vida del préstamo. Si optamos por un tipo variable, lo será en función de lo que aumente o disminuya este índice de referencia. Con lo cual, nos permitirá aprovecharnos de los descensos, pero también nos repercutirá cuando suban.
Hoy en día con los tipos tan bajos (el Euribor nunca ha estado tanto tiempo, ni ha tenido tantos descensos continuos) nos beneficia sobremanera en la cuota de nuestra hipoteca. Pero si esta situación es la más normal ¿cómo y cuándo aparece la cláusula suelo? ¿De dónde viene el problema de la cláusula suelo?
Sencillamente, viene de haber pactado, sin saberlo, la limitación del tipo interés mínimo. La cláusula suelo es una de las cláusulas que el banco incluye en la letra pequeña del contrato de la hipoteca. En ella se establece un tipo de interés mínimo “X” que el cliente ha de pagar, ¡ojo! aunque el Euribor (o el índice que se esté utilizando) esté por debajo de ese mínimo “X”.
Frente a la cláusula suelo está la cláusula techo. Esta permite fijar el máximo que se puede añadir al resultado del cálculo del tipo normal. En este caso, la cláusula techo no beneficia al hipotecado, únicamente limita el cálculo del Euribor + “X” y pone el tope que se puede adicionar al resultado de este calculo.
Defender tu dinero y recuperar lo perdido con tu cláusula suelo es más sencillo de lo que parece, dado su carácter abusivo y la falta de información al respecto que existió por parte de las entidades financieras. Desde Arriaga Asociados podemos ayudarte.