Cuatro alternativas para decir NO a las Tarjetas Revolving

El verano es una época de gastos para muchas personas, que puede hacer especialmente fácil caer en la trampa de las Tarjetas Revolving. Vacaciones, viajes, eventos, comidas fuera de casa o un capricho hacen que los consumidores gasten más de lo esperado y por lo tanto, recurran a financiación rápida y accesible. Por esto, queremos recordar que estas tarjetas, coloquilamente denominadas abusivas, son un arma de doble filo, su letra pequeña confusa oculta riesgos que nos pueden salir muy caros, pues todas las compras y las retiradas de efectivos se aplazan automáticamente y generan intereses.

Antes de contratar estas tarjetas de crédito y entrar en una espiral de endeudamiento, es recomendable conocer otras alternativas a las tarjetas revolving y sus beneficios. Apostar por una de ellas a futuro, puede ser mejor decisión que acceder a esa “oferta irresistible” de las tarjetas abusivas que nos hacen con promesas que se alejan de la realidad.

Los principales motivos para no contratar una tarjeta revolving es que los intereses son muy elevados, los largos plazos de pago se alargan durante años y ocasionan más intereses y, en caso de impago, las altas comisiones.

Las tarjetas de crédito tradicionales son una opción fácil

Son la opción más conveniente si se necesita flexibilidad de pago y se quiere evitar pagar las altas tasas de interés que se aplican en las tarjetas revolving. Son ampliamente utilizadas y permiten realizar compras y pagarlas en su totalidad al final de cada mes mes facturación. Al pagar toda la deuda generada ese mes, no se generan nuevos intereses, por lo que se controla el gasto que se hace en cada momento y no se aumenta la deuda. Las entidades financieras las ofrecen, en general, de forma gratuita.

A diferencia de las tarjetas revolving, las tarjetas de crédito convencionales pagas toda la deuda generada ese mes con un límite claro, lo que no genera nuevos intereses que se van acumulando mes a mes y la deuda no crece sin control. Una herramienta financiera que las entidades ofrecen de forma gratuita si haces determinados pagos con ellas al mes o al trimestre.

Los Préstamos personales son una alternativa más transparente

En contraste con las tarjetas revolving, los préstamos personales ofrecen tasas de interés más bajo, entre un 5% y un 10%, plazos de pago claros y predecibles con cuotas mensuales fijas durante un periodo de tiempo. Algo que facilita la planificación financiera y evita sorpresas desagradables.

Estos préstamos suelen otorgarse por una entidad financiera y por una cantidad especifica de dinero que se devuelven en pagos mensuales fijos durante un periodo de tiempo determinado. Una opción aconsejable por su transparencia en cuanto a tasas de interés y a las condiciones que los usuarios conocen desde el principio.

En cambio, con las tarjetas revolving, se ofrecen pagos mínimos que suelen ser bajos como “gancho” y que pueden fluctuar según el saldo pendiente, dificultando la planificación financiera y a menudo conduciendo a la trampa de pagar solo los intereses. Si no se manejan con precaución, pueden arrastrar al consumidor a una deuda perpetua.

Préstamos con garantía hipotecaria

Los préstamos con garantía hipotecaria que son una opción interesante en el caso proyectos importantes, tales como, la reforma de una vivienda, que permiten a los propietarios de viviendas tener acceso a fondos utilizando su propiedad como garantía. Estos préstamos suelen tener tasas de interés más bajas que otros tipos de financiación ya que la propiedad se convierte en garantía.

Eso sí, en caso de impago, el banco podría ejecutar sus derechos sobre dicho inmueble, por lo que debemos valorar detenidamente esta opción pues supone un riesgo poner una vivienda como aval.

Estos préstamos con garantía hipotecaria suelen tener plazos más largos y se conceden por cantidades de dinero más altas que otros tipos de préstamos, lo que los convierte en una buena opción si necesitamos una cantidad importante, pues se puede devolver en largos periodos de tiempo.

Líneas de crédito

Otro producto financiero a tener en cuenta son las líneas de crédito. Este producto no nos ofrece una cantidad de dinero que tenemos que devolver, sino que nos otorga disponibilidad de crédito. En otras palabras, es como si tenemos una hucha digital de la cual podemos sacar dinero en el momento en el que lo necesitemos. Generalmente, solo pagaremos intereses por el dinero que usemos, no por el total que tengamos disponible en nuestra línea crediticia

Suelen estar vinculadas a un plan de pago claro y definido en comparación con las tarjetas revolving y ofrecen límites de crédito más amplio. Es un producto financiero que suele tener transparencia máxima y sus usuarios suelen estar informados para tomar decisiones de calidad sobre las mismas.

Por ejemplo, podemos tener una línea de crédito de 2.000€. Eso significa que, en cualquier momento, podemos hacer uso de esos 2.000€. Pero no tenemos por qué usar la línea entera, si no que podemos usar solo 500€ (por ejemplo) y pagar intereses sólo por esa cantidad.

Reclamar los intereses abusivos con Arriaga Asociados

Las opciones que se presentan aquí pueden ser una opción a considerar para dejar atrás las tarjetas revolving. Como es conocido, las tarjetas revolving han carecido de transparencia y han endeudado a muchas personas desde su comercialización en 2008, lo que ha desencadenado que miles de afectados decidan reclamar todos los intereses abusivos pagados.

Si has tenido problemas con este tipo de tarjetas abusivas personalmente, en Arriaga Asociados queremos ayudarte. Contamos con 1.700 casos ganados para ayudarte a conseguir todo el dinero que hayas pagado de más. Solo tienes que llamarnos para que nuestros abogados especializados en tarjetas revolving estudien tu caso sin coste ni compromiso. Te esperamos en el teléfono 900 264 007 para hacer valer tus derechos.