¿Sabes cómo funciona una hipoteca multidivisa?
Autor: Equipo ArriagaLa hipoteca multidivisa es una modalidad de préstamo hipotecario que se paga en varias divisas, pero casi nadie que la tiene sabe cómo funciona realmente y en qué consiste el producto.
Básicamente, tiene dos particularidades:
1.- La cantidad de dinero prestada se realiza en una moneda distinta al euro, normalmente en yenes o a francos suizos
2.- El índice que se utiliza para el cálculo de intereses no es el Euribor, sino que se aplica un índice distinto, normalmente el Libor.
Para intentar explicar fácilmente cómo funciona una hipoteca multidivisa, imagina que has solicitados un préstamo de 200.000 euros, a devolver en 30 años, para comprarte una casa y que en tu hipoteca multidivisa tienes el Yen y el Libor como variables. En lugar de tener que devolver esta cantidad, tendrás que devolver la equivalente en yenes al momento de la firma, que serían, a día de hoy, alrededor de 25,600.000 yenes (128 yenes son 1 euro).
En consecuencia, el préstamo funcionará como cualquier préstamo pero con la particularidad de que todas las cifras aparecerán en yenes. Es decir, cada mes pagarás cierto número de yenes en concepto de capital e intereses, que se calculará según las reglas habituales de los préstamos, pero, como la moneda de España no es el yen sino que es el euro, en cada pago tendrás que realizar el cálculo del cambio de yen a euro.
El problema es que 25,600.000 yenes son 200.000 euros hoy, pero no sabemos cuánto va a valer el yen en relación al euro en el futuro. Por tanto, los 25,600.000 yenes que el banco nos facilita nos van a servir para pagar una casa que vale 200.000 euros. En cambio, este dinero lo vamos a devolver en un plazo de 30 años y corremos el riesgo de que el cambio de moneda nos salga muy caro. De hecho, el riesgo es ilimitado porque la fluctuación del valor de la moneda es ilimitada.
Imagina, por tanto, que la amortización del préstamo supone abonar 80.000 yenes al mes durante el plazo de 30 años. Durante el primer mes del préstamo, el pago de 80.000 yenes será, al cambio, 615 Euros. Hasta aquí, todo irá bien, exactamente igual que en cualquier préstamo.
Ahora supongamos que llevamos cinco años cumpliendo con estos pagos. A estas alturas, habremos pagado 4,800.000 yenes, que son, al cambio, 37.000 euros. Transcurrido este tiempo, el yen coge fuerza y, en lugar de estar a 128 yenes por euro, se sitúa en 100 yenes por euro. ¿Qué pasaría? Habrá dos consecuencias: En primer lugar, que tendremos que seguir pagando 80.000 yenes, pero, en lugar de tener que pagar 615 euros para cubrir esta cantidad, tendremos que pagar 800 euros. Es decir, el préstamo se nos encarecerá considerablemente. Esta consecuencia es obvia y es fácil de deducir, pero ha provocado que múltiples familias no sean capaces de cumplir con el pago de las cuotas.
En segundo lugar, se ocasiona la siguiente consecuencia: Tras pagar cinco años, debes al banco 20.800.000 yenes (25,600.000 – 4,800.000 = 20,800.000). En cambio, a estas alturas, pese a haber pedido un préstamo de 200.000 euros, debes al banco 212.000 euros (20,800.000 yenes son, al cambio, 208.000 euros porque 128 yenes son, ahora, un euro).
Es decir, en conclusión, has pagado 37.000 euros, te ha subido la cuota del préstamo y, además, debes 8.000 euros más de la cantidad que te prestaron. Todo un chollo para el banco.
No arriesgues tu casa. A día de hoy, los jueces conocen bien este problema y las resoluciones judiciales de hipotecas multidivisa tienden a ser favorables, lo que supone eliminarlas y, en consecuencia, recalcular el préstamo como si nunca hubiese existido la malograda cláusula.