Consejos para la prevención de accidentes de tráfico
Autor: Equipo Arriaga
Según la OMS, los accidentes de tráfico constituyen uno de los problemas más graves de salud pública en el mundo, tanto es así que es la principal causa de muerte entre las personas menores de 40 años.
Es innegable el brutal impacto sanitario, social y económico que conlleva la cantidad de siniestros que se producen. Del mismo modo representan un porcentaje considerable en el ámbito jurídico ya que, en sus distintas jurisdicciones, generan gran número de pleitos. Por un lado debido a su “peligrosidad” la responsabilidad civil y también penal es frecuente, la inobservancia de normas, produzcan o no daños, conllevan sanciones administrativas y también penales.
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Cómo prevenir accidentes de tráfico
En nuestro país, pese a que se ha experimentado un espectacular descenso de la siniestralidad desde la década de los 90 hasta el año pasado, en el que se produjeron un total de 1.126 fallecidos en España, es evidente que la inmensa mayoría de los mismos se pueden evitar; por un lado cumpliendo con las normas de cuidado durante la conducción y por otro procurando un adecuado mantenimiento del vehículo.
Al margen de estos dos factores, el humano y el mecánico, hay un tercer elemento que influye notablemente en la seguridad del tráfico; el estado de la vía.
Con todo lo anteriormente dicho queda claro que el descenso de los accidentes de tráfico depende en gran medida de nuestro comportamiento y diligencia. Por tanto, es importante seguir algunas pautas para la prevención de accidentes de tráfico y evitarlos.
El antes y el durante
En primer lugar será conveniente una puesta a punto y revisión del vehículo antes de emprender un viaje, por ejemplo aspectos básicos como la adecuada presión de los neumáticos o el correcto funcionamiento de luces y señalizadores de dirección así como los elementos que nos dispensen una adecuada visibilidad, pueden ser determinantes para garantizar la seguridad de los ocupantes.
Una vez iniciado el viaje debemos ser conscientes de nuestras circunstancias físicas, así pues la fatiga es causante de un número elevado de accidentes, en muchos casos mortales.
Parece obvio (lo cual no quiere decir que siempre se tenga) que la falta de prudencia, la excesiva velocidad, no respetar señales viales, consumo de alcohol y otras conductas negligentes producen también abundantes siniestros.
Ante una actividad que requiere un especial cuidado, como es la conducción, debemos centrar toda nuestra atención en la misma, evitando toda distracción como puede ser el uso de dispositivos de telefonía móvil (aunque sean los llamados “manos libres”) ya que una mera conversación nos puede ocasionar una adecuada falta de atención.
Finalmente, hemos de apuntar que una adecuada concienciación social es imprescindible para evitar los accidentes de tráfico.