¿Sacar dinero en el extranjero o cambiar moneda?
Autor: Equipo Arriaga
Julia se va de vacaciones al Sudeste Asiático. Es la primera vez que viaja fuera de Europa, por eso le surgen dudas que hasta el momento no se había planteado… el visado, el seguro de viaje o cómo gestionar los pagos.
Pagar en el extranjero
Familiares y amigos de Julia, no hay duda de que desde la mejor de las intenciones, le aconsejan cómo proceder en este tema: paga todo con tarjeta, ni se te ocurra pagar con tarjeta que te sacan los ojos, cambia en el aeropuerto, no cambies jamás en el aeropuerto… para todos los gustos.
Si algo tiene claro nuestra viajera es que lo más sensato es informarse y decidir en consecuencia. Lo primero que va a hacer es consultar el cambio de divisas en internet, luego visitará su sucursal bancaria para informarse sobre las comisiones y, por último, chequeará las condiciones de los cajeros en los países de destino.
La moneda
Cuando hablamos de divisas es importante tener en cuenta dos cosas, fundamentalmente:
- ¿Es un país con divisa convertible o no convertible? Si la divisa es internacional (como el dólar) se puede adquirir con facilidad y usar en muchos sitios; si la divisa no es convertible (como por ejemplo el baht tailandés) se admitirá como medio de pago sólo en ese país. Es este caso es mejor no traerse ningún dinero de vuelta, el cambio será complicado.
- ¿Cambio el dinero antes de salir o en el destino? Lo ideal es solicitar el cambio a través de tu banco y con antelación. Si esto no es posible, compara casas de cambio oficiales en el lugar de destino y quédate con la mejor oferta. Intenta evitar el aeropuerto, ya que la tasa suele ser más cara.
¿Sacar dinero o pagar con tarjeta?
Lo primero que se plantea nuestra protagonista es pasarse por su banco o consultar las comisiones en la web. Sacar dinero en el extranjero es más caro que pagar con tarjeta, por eso es recomendable utilizar el plástico siempre que sea posible. A su vez, generalmente las tarjetas de crédito tienen comisiones más altas que las tarjetas de débito.
Sin olvidar que la entidad extranjera a la que pertenece el cajero puede cobrarnos la tasa de recargo. En este sentido, es recomendable informarse y comparar.
Adaptarse al destino
Con toda la información sobre la mesa, Julia ha decidido:
- Llevará una tarjeta de débito para los grandes pagos: alojamiento, excursiones y vuelos internos.
- Ha hecho un cálculo de cuánto puede necesitar en efectivo para comidas, transporte y lo que vaya surgiendo (generalmente estos gastos no se pueden sufragar con tarjeta).
- Tiene que cambiar la moneda en los países de destino, por tanto allí comparará entre casas de cambio oficiales y decidirá. En los aeropuertos sólo cambiará lo justo para el desplazamiento hasta el centro y algo de comida o bebida si es necesario.
- Sacará dinero en un cajero como último recurso (en caso de urgencia o de pasarse del presupuesto inicial).
Con estas recomendaciones, nuestra viajera estará preparada para imprevistos y evitará llevar encima grandes cantidades de dinero, con la intranquilidad que eso supone. Sólo le queda disfrutar… ¡feliz viaje!